Tarariras endemoniadas

Posteado el 10 Oct 2008 por Walter Marquez   |   ,   

La ansiedad por que comience la temporada de pesca de nuestras amadas tarariras me tenía bastante loco. Los datos previos de comienzo de temporada no eran alentadores, pero...

Un llamado, como siempre pasa en estos casos, del amigo Sergio fue lo que estába esperando. Tengo lancha reservada para el río, me dijo. A la mañanita hacemos peje y al mediodia vamos por las taruchas que estan reactivas, sentenció. Y asi fue como comenzó una nueva aventura que fue cambiando de forma cuando se unieron el Ingles y Nico Bimmer, ya que por el voto de la mayoria decidimos ir a buscar directamente tarariras todo el día.

  

El viernes a las 6 de la mañana me pasó a buscar Nico y encaramos por la ruta para encontrarnos con Sergio y el Ingles en la Shell de la autopista. Desayuño, charla amena y mucha ansiedad dejamos cuando nos fuimos directamente para el Tigre en busca de la guarderia de donde saldríamos al Río.

Allí nos encontramos con el guía Walter Melvic, quien oficiaría mas que de guía de compañero de pesca, con un conocimiento profundo de la zona donde iríamos y con data muy fresca para tratar de encontrar a las guerreras. Saludos de rigor, bártulos al precioso trucker y a navegar. Para llegar al lugar elegido hay que navegar un buen rato, mas de una hora, ya que se recorre todo el delta del Río de la Plata, hasta pasar a la 3ra sección, allí ya encaramos hasta llegar a la zona de las Islas García y Oyarbide. Como el día se presentaba espectacular en cuanto a lo climático, con leves brisas bajo un sol radiante, la recorrida fue por demás placentera. Una ves llegamos a la “zona”, el guía Walter nos contó como era la situación.

La pesca se hace adentro de la isla recorriendo la infinita cantidad de canales y riachos que hay, en busca de pozones en las zonas bajas. Allí la tararira se amontona para retozar, cazar y prepararse para la nidada. Las condiciones ideales son que se esté en bajante y que el caudal de agua sea lo menor posible, sin llegar a secar las entradas a los canales. Así se acarduman mas los peces y, con la sabiduría del guía se pueden encontrar pozones espléndidos.

     

El río estaba en plena bajante, demasiado quizas para el gusto del guía, pero llegados hasta acá, no íbamos a perder la oportunidad de intentarlo. Walter pegó el grito de agarrarse y encaró la entrada de un arroyo que se metía en la isla, entramos con 50 cm. de agua y sólo porque Walter sabe exactamente como es el fondo canaleteado, sino nos encayábamos seguro. Recorrimos unos 5 minutos bajo un paisaje maravilloso.

La isla está casi desierta y todo lo que se ve alrededor es naturaleza pura. Un manjar para los sentidos. Llegamos al lugar elegido, preparamos los equipetes y a lanzar. Fueron varios lances hasta que empezaron a aparecer las primeras. Bajo la atenta supervisión de Walter, empezamos a rascar el fondo del canal, esa era la idea inicial que nos aconsejó el guía. Tan abajo, acostadas en el fondo nos dijo..y ahí las fuimos a buscar.

Yo empecé con un subwart, pero tirandole a la costa del canal para rascar esa zona ya que este señuelo profundiza poquito...asi saqué dos hermosas taruchas de un kilito y pico, despues usé un spinner bait de gusano morado que me dio un par de capturas mas. Nico con un shad rap de rapala clavó tambien algunas ya mas en el medio del canal.

  

Mientras tanto el Ingles y Sergio se habían bajado para caminar la costa opuesta y hacer algunos lances. Ahí se destacó una hermosa tararira que sacó el Ingles con un tucan flex y Sergio clavó algunas mas con un coquet de del. Al cabo de un buen rato y ya con la merma de la pesca subimos al trucker y volvimos a salir a río abierto para entrar en otro canal.

Acá ya entramos con 20 cm de agua y de forma milagrosa. Walter ya había pegado el grito que nos agarremos que no entrábamos, pero encaró igual a toda velocidad y con el impulso pudimos pasar la entrada y encontrar mejor calado dentro del arroyo. Allí navegamos por dentro del canal hasta que ya se ponía tan bajo que tuvimos que anclar y pescar en esa zona. Fueron varios intentos con muy poquitas respuestas. Al rato Sergio se descalzó y se fue a caminar por el costado del arroyo hasta que lo perdimos de vista.

  

Nosotros no duramos mucho mas sin seguirlo. Todo el mundo en patas para no embarrar la embarcación y a caminar entre pastos vírgenes, cardos y paredes de juncos de dos mts. de alto. Toda una aventura. Paramos en un recodo de dicho arroyo donde Sergio se cansó de sacar con el coquet y el resto de nosotros lo acompañamos con capturas con los mismo señuelos que veníamos pescando.

Sergio, culo inquieto como es, se fue de nuevo cruzando una mata de juncos que daba el aspecto de impenetrables. Al rato el grito siguiloso de vengan nos hizo cruzar a todos el impenetrable. Alli se veía a Sergio clavar una tras otra. El lugar formaba una especie de playita donde las había visto tomando sol y allí hicimos una pesca impresionate. Era tirar y tener ataques de tarariras de 1 a 3 kilos. Eso era lo que habíamos ido a buscar.

     

Como al rato el Ingles cambió por un subwart oscuro grande, le pedí que me preste el tucan flex, ya que el que yo tenía era muy chiquito. Realmente me cansé de pescar y no lo cambié en el resto del día. Ya pasado el mediodia y con las guerreras dispersas en esa zona, salimos para otro lado donde Walter nos dijo...Ven donde desemboca el arroyo con el río.

Si dijimos todos viendo que el río había bajado tanto que ya en esa desembocadura estaba sin agua.Bueno ahí se quedaron baradas las tarus, está lleno seguro. Dicho y hecho. Llegamos y despues de comer arriba del trucker nos bajamos para caminar hasta rodear esa desembocadura, algunos del lado de la isla, otros parados directamente en el lecho del río sin agua.

  
  

Fue otra fiesta, tremenda cantidad y calidad de capturas. Tirar y tener ataques. Una pesca realmente impresionante. Apenas me podía mantener en pie en el barro para lanzar, clavar, pescar, sacar el pez, sacar fotos..mas de una ves terminé de culo en el barro. Pero realmente feliz, no se podía pedir mas. Es increíble como la hoplias se mete en el barro a disfrutar del sol aunque apenas haya agua.

Es un pez endemoniadamente raro. Y así y todo, en plena etapa de descanso, ve comida y ataca con una voracidad increíble. Al llegar el atardecer decidimos pegar la vuelta ya que teníamos un largo viaje de regreso y con bastantes inconvenientes por lo bajo del río. Igualmente la pericia de Walter hizo pudieramos salir a río abierto aún con menos agua que antes y que llegaramos a buen puerto sin ningun contratiempo.

Al finalizar la jornada contabilizamos mas de 100 capturas entre los 4, todas devueltas a su hábitat y con otros 100 piques errados que no pudimos levantar, cosa común en la pesca con señuelos. Impresionante. Una jornada única como comienzo de temporada de tarariras que seguramente en muy breve tiempo repetiremos antes de que se nuestras amadas guerreras se desparramen en el estuario.

Notas Recomendadas

Por que devolver

Muchas veces se discute si el pescador deportivo es realmente el culpable o no de la depredación de nuestros peces. Muchas veces la conclusión es no. Esto no nos exime de ser responsables de cuidar el recurso que tanta vida nos da. Un pez devuelto es quizas la futura captura de tu hijo

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