De ves en cuando la vida

Posteado el 30 Dic 2011 por Walter Marquez   |   ,   

Un año mas ha terminado. Un año lleno de pescas, algunas en lugares muy conocidos, otras en lugares que no pensábamos que podríamos llegar a conocer. Un año donde el grupo se terminó de consolidar, de lograr ese tan difícil equilibrio entre personalidades tan diferentes.

Un año en el que supimos aprender de los demás, de nosotros mismos, aprendimos a fallar, a equivocarnos, a no pescar y no sufrir por ello, en definitiva a disfrutar cada paso dado en este hobbie que tanto nos apasiona y amamos.

Por ello y para darle un cierre de lo mas digno a este excelente 2011 armamos la despedida y el brindis en donde realmente nosotros somos felices….al lado del agua.

  

El destino…Gualeguay. Nuestra amada Gualeguay que, desde hace 3 años, se ha convertido en nuestro bastión, nuestra escuela de aprendizaje, nuestro cancha de experimentación. Un lugar que sentimos propio siendo foráneos, que sentimos casa apenas llegamos.

Todo esto se lo debemos pura y exclusivamente a ese mago del río llamado Jorge Cot, que hace rato perdimos como guía y hace rato ganamos como amigo. Un tipo leal, sincero, amable, generoso y sabedor de las artes mas maravillosas que hacen a la pesca un deporte tan apasionado.

Esta banda tiene recorrido, si señor. Los sorprendentes Malecones de Berisso, la insólita Usina porteña, las inagotables Cavas de Paranacito, la tremenda Vuelta de Obligado de San Pedro, los mil y un rincones de Gualeguay, la Majestuosa La Paz y la increíble y desafiante Bella Vista han sido algunos de los destinos. Nico, Telmo, Angel, Guille, Mauro, Mariano, Ariel, Germán, Jorge, Patricio y Walter fueron parte de este año, y cada uno aportó a su debido momento, la magia necesaria para que la banda nunca desentone y siempre siga tocando.

El sabor del encuentro

Esta despedida la fijamos para el 30 de diciembre, una fecha difícil de cumplir, sin embargo, el único ausente fue Germán por un problema laboral..la banda estuvo casi completa. La caravana partió hacia destino, algunos mas temprano para amanecer a la vera de las cavas de paranacito, otros en camino directo a Gualeguay. Allí nos encontramos todos con nuestros anfitriones Jorgito y Pato, allí arrancamos orto gran día.

El destino era el río Gualeguay aguas arriba, donde el año pasado nos despedimos de igual forma. Esta ves la sorpresa la aportó Jorgito que logró una invitación para todo el grupo en la estancia San Ambrosio, un lugar maravilloso.

     

Allí nos atendió como nadie un personaje sin igual Don Mosca. Tipo campechano, con mil historias y un humor tremendo para divertirnos sin parar desde que cruzamos la tranquera. Al llegar a la costa del Gualeguay nos encontramos con la majestuosidad de este río precioso. Largas playas de arena blanca donde el río cruzaba salvaje coronado por barrancas enormes en la ribera enfrentada.

Lo vadeamos por un largo rato buscando al pirayú sin tener suerte en la respuesta. Sabíamos que la pesca podía llegar a ser complicada en la zona, el pescado se mueve mucho. Igual, de por si la pesca en esta oportunidad era una mera excusa.

  

Entrada la mañana y ante la falta de actividad decidimos pegar la vuelta al campamento, hidratarnos y, previo cambio de equipos, encaramos a unos arroyos tapados de vegetación que podían regalarnos algunas tarariras.

Despues de mucho chapotearles el rancho, las hoplias empezaron a regalarnos tímidos ataques a los artificiales, en este caso, todos latex antienganches, simuladores de ranas, como las trigger, scumfrog, popper frog de marine sport, higlander de spinnit.

  
  

Ya al mediodía la sombra del campamento nos regaló el esperado descanso y el tremendo asado perpetrado por el Mosca, una obra de arte culinaria bien regada de cerveza helada…el mejor momento de la jornada, con una extensa charla a pura pesca de sobremesa. Por la tarde el Mosca bajó un surubí , canoa larga y fina que usan los baqueanos de la zona, y allí nos subimos los 10 locos lindos de esta aventura.

El capitán mosca piloteaba la canoa repleta de pescadores inquietos que parecían caerse de un momento a otro. Fue una experiencia única e irrepetible casi como colegiales en viaje de egresados. Pudimos recorrer varias lindas correderas de la zona, con suerte esquiva, no importó…la diversión estuvo garantizada.

     

Para terminar la tarde y la magnífica jornada nos fuimos todos nuevamente en busca de las hoplias. De a poco y con mucha paciencia le fuimos robando algunas reinas a ese paraíso. Todo con latex antienganche, no hubo espacio para más.

Pescamos, comimos, brindamos, nos reimos, y en un final de temporada maravilloso agradecimos a la vida por poder hacer lo que tanto nos gusta sin escatimarle nada.

  
  

Como el gran Nano nos susurró al oído, ávido de querer escucharlo “De vez en cuando la vida se nos brinda en cueros y nos regala un sueño tan escurridizo que hay que andarlo de puntillas por no romper el hechizo”.

Notas Recomendadas

Por que devolver

Muchas veces se discute si el pescador deportivo es realmente el culpable o no de la depredación de nuestros peces. Muchas veces la conclusión es no. Esto no nos exime de ser responsables de cuidar el recurso que tanta vida nos da. Un pez devuelto es quizas la futura captura de tu hijo

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