Sin lugar para los débiles

Posteado el 18 Ene 2013 por Walter Marquez   |   ,   

Si hay algo que caracteriza la pesca de a pie es el sacrificio que hay que hacer para llegar a los lugares de pesca, si le sumamos un sol de pleno enero, se puede decir sin lugar a equivocarse, que pescar tarariras en verano significa....sin lugar para los débiles.

  

Nuevo año, nueva salida, con el equipo de siempre, Angel, Mariano, Telmo y quien escribe, partimos a visitar a nuestro amigo de San Pedro, Don Pedro Prats. Llegamos temprano bajo un hermoso sol mañanero y sin ninguna nube a la vista, cargamos bártulos como siempre y en breve ya estábamos navegando rumbo a nuestro destino.

Lo que nos contába Pedro en el camino es que tenía un canal interno en un campo donde hacia un par de dias habían pescado incontables tarus, asi pues la ansiedad subió unos puntos entre mate y nevegación.

Al llegar ya el sol de la mañana era bastante fuerte y, al no correr ni una pequeña brisa, se hacía sentir con intensidad inusitada. Al llegar armamos equipos, yo arranqué con dos cañas, una shimano UL, la stímula de 1 a 4 libras, con un abu garcia 230 bien pequeño. El otro equipo era una fivestar Unlimited 5-15 gramos con un quantum smoke 101. .

Las cuevas de Pedro Prats.

Subimos una pronunciada cuesta formada por la tierra que se saca de los canales y que se transforman en terraplenes. Al otro lado el canal, de no mas de 5 metros de ancho presentaba un agua casi transparente y limpia de vegetación de superficie.

Arrancamos los primeros lances buscando superficie sin suerte por lo que empezamos a bajar profundidad ya que la zanga era profunda.

  

Al rato de errar unos piques Angel clava una tarucha que abría la jornada con un minnow spin de blue fox. Viendo esto y que el pique se dio casi a los pies de Angel, puse un cranckito japonés, el Stumble de Evergreen, que con su buena paleta tiende a profundizar rápido.

Tiro paralelo a la costa desde la que estaba lanzando y en el 2do tiro, captura de hermosa tararira. El equipo UL le dio un condimento extra a esta hoplias peleando en aguas limpias, un regalo.

  

Probamos un rato mas y el stumble probó sus dotes con alguna captura extra. Pero después de un rato la actividad cesó totalmente por lo que comenzamos a caminar el canal en busca de nuestros otros amigos que se fueron en dirección contraria.

Nueva parada, Angel con un spinnerbait amarillo arranca su presa y yo con otro japonés, el staysee 60 de lucky craft cobré una nueva captura. Otra vez la actividad cesó notablemente.

  

Asi transcurrimos un buen trecho donde la actividad era casi nula hasta una pequeña bahía donde después de unos cuantos tiros tuvimos muy buenos ataques que no terminaron en captura. Una tarucha gigante me destrozó y terminó por llevarse la última blade dancer jointed que me quedaba, ya no se fabrica mas, que fastidio me agarró.

  

El calor agobia esta pesca es ...sin lugar para los débiles

Nos encontramos con los chicos que venían con similar rinde. Telmo venía con mejor performance de clavada, pero la realidad nos indicaba que con el sol del mediodía en la cabeza había que buscar reparo urgente para almorzar. Parada corta, almuerzo frugal y la ansiedad que nos saca del árbol para ir a pescar nuevamente. Un gran error al final de la jornada.

El calor era tremendo y los cuerpos estaban cansados, asi y todo llegamos a una nueva cueva de Pedro, donde nos bajamos en una barranca, donde el agua entraba al campo unos 50 metros en una especie de arroyo.

  

Saltamos las vacas y los chanchos que bebían en este abrevadero natural y llegamos, con la lengua afuera, al final del arroyo. Ahí empezamos probando hasta que en un sector las encontramos. Yo, con una rana blanca de bad line, tuve un par de buenas capturas.

El resto de los chicos tuvieron resultados similares y el pique se cortó.

    

A movernos de nuevo, esta vez, a otro canal, donde apenas bajamos del terraplen, y en una pequeñísima bahía que se hacía, tuvimos varios piques. Con un latex de la marca coreana damiki, tuve muchos ataques pero no logré subir ninguna para la foto.

De ahí, a caminar unos 100 metros campo adentro, al llegar un arroyo interno con mucha vegetación a flor de agua, nos daba lugar para buenos lances y expectativas. El pique volvió a ser difícil, con un par de capturas, donde a mi me resultó rendidor el extraño señuelo de la marca creek chub, el Knuckle Head Jr. Este arficio de superficie trabaja como chugger a tirones o como paseante si hacemos walk the dog. En esta última técnica me resultó mejor.

  

Como fue la constante de toda la jornada, par de piques por zona, y a buscar otro lugar porque se desaparecían las hoplias. Último intento, y el mas duro de todos. Llegamos a otro campo donde caminando unos 200 metros, entre pajonales altísimos, se abría una laguna con lo mas de 50 centímetros de profundidad, la recorrimos toda, vadeándola, casi arrastrándonos por el calor, el cansancio, la sed y el barro entre las botas. El resultado fue casi nulo, con alguna tarucha al final que sacó Angel. Lo que si, el regreso fue extenuante, casi al borde del desmayo.

  

El balance final fue una decena de taruchas por cabeza de promedio. El porqué es una incógnita, nunca las encontramos acardumadas y activas, quizás el calor agobiante hay hecho que las chicas se escondieran bajo los camalotes mas espesos que encontraran, pero bueno, asi es la pesca.

Una jornada durísima, bajo condiciones de calor extremas, y donde cada tararira que sacamos fue un premio al esfuerzo, no las pescamos, se las robamos al río. Nuevamente me convenzo que la pesca de tarariras a campo traviesa en verano es una pesca……sin lugar para los débiles.

Notas Recomendadas

Por que devolver

Muchas veces se discute si el pescador deportivo es realmente el culpable o no de la depredación de nuestros peces. Muchas veces la conclusión es no. Esto no nos exime de ser responsables de cuidar el recurso que tanta vida nos da. Un pez devuelto es quizas la futura captura de tu hijo

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