¡Big Game!

Posteado el 20 Jun 2018 por Walter Marquez   |   ,   

Cuando veo en los distintos medios sociales en los que me muevo las grandes pescas que hacen colegas amigos me pregunto como lo hacen, como logran realizar jornadas con las mejores capturas tanto en calidad como en cantidad. Siempre encuentro una sóla y simple respuesta, yendo a pescar. Y en esta máxima, que suena a perogrullo, está la verdad de la milanesa. Para tener una gran jornada de pesca tambien tenes que tener unas cuantas jornadas de fracaso encima. Salir a pescar lo mas seguido que se pueda te da la chance de poder embocar ese día ideal en el que se alinean todos los planetas para meter el famoso pescón.

Con un fin de año pasado y trimestre de éste nulos, recuperar el ritmo de ir a pescar seguido era la prioridad para recorrer los días de este 2018. Por suerte, desde abril, comenzamos a refundar el grupo pesqueril tratando de incorporar amigos para poder reemplazar a los que, por distintas circunstancias, no puedan venir en alguna oportunidad.

Veinte días después de la buena pesca de pejerreyes que metimos en Melincué programamos volver a por los dorados de San Nicolas que nos habían dejado gusto a poco un mes atrás. Para ello, fuimos de partida Victor, quien escribe y Ariel, un amigo de Victor que resultó tener amigos en común conmigo también. Las cosas de la vida. Así que tempranito y bajo la promesa de un día ideal para pescar llegamos a San Nicolasa reencontrarnos con el guía amigo Juampi Codina.

Ya en puerto y bajo un día excepcionalmente calmo de viento y con una excelente temperatura de 11 grados(estuvimos bajo una ola polar de cero grados hasta el día anterior) comenzamos la larga navegada que proponía el guía hacia el interior del delta del Paraná entre el archipiélago de islas lechiguanas.

  
  

Después de una hora larga de navegada llegamos al primer point. Una costa barrancosa donde el agua corría con fuerza propiciaba la oportunidad de encontrar dorados cazando. Como la consigna era venirse desde la costa inundada y caer dentro del veril había que poner señuelos que profundicen poquito para evitar enganches abajo. Por esas cosas del destino decidí colocar un BIG GAME 130 de Marine Sports color lomo amarillo. No es un señuelo que use mucho ya que baja muy poquito, apenas un metro en lances tan cortos, y en ese rango me gustaba mas, si gustaba, el INA 140 de la misma marca.

Primeros lances y en un ratitin apareció el primer doradillo. Un rato mas tarde nuevamente emboco en una costa barrancosa el segundo. Metros mas adelante vuelvo a lanzar adentro de un campo inundado el tercero. Finalmente en otra boquita de arroyo meto el cuarto y acá si me acompaña el amigo Victor con un bello ejemplar en su banana shallow de alfers. Increíble comienzo y efectividad.

  
  

Terminamos la pasada y Juampi, ante los tremendos resultados, decidió remontar la corredera para hacerle una segunda recorrida.Habitualmente es difícil que una cancha de pesca rinda igual de bien que en la primera pasada, los dorados se espantan con tanto ruido y merma el rinde notablemente. Volvimos a recorrer los mismos accidentes geográficos, barrancas correntosas, campos inunndados con veriles bien marcados y algún árbol entregando sombra y ramas sobre el rio. Y en todos tuve el mismo resultado y con el mismo señuelo, captura perfecta en el Big Game de Marine Sports.

A esta altura llevaba 8 dorados en una hora de pesca, algo totalmente anormal para la normalidad del río y del tipo de pesca que practicamos. El principal factor era la excelente actividad de dorados que había y la segunda, y mas emparentada a lo que uno puede hacer, era la efectividad perfecta que venía teniendo. Esto último venía aparejado a el cambio de triples en los señuelos y a la concentración en hacer exacta la clavada. Obviamente el factor suerte tambien suma por lo que con estas tres premisas funcionando a favor se puede lograr semejante efectividad.

  
  

Ahora si decidimos dar por terminada la pasada en el río abierto y meternos bien adentro del delta y sus arroyos. Después de un rato de navegación y algunos puntos sin suerte llegamos a la desembocadura de un arroyo con otro, con buena corrida de agua.

Lo primero que vimos bue mucha actividad en superficia de peces que no eran dorados y que supusimos eran sábalos lomeando.Arrancamos con señuelos mas a profundidad tipo bananas alfers paleta spinning y power minnow paleta intermedia en mi caso. Después de mucho tirar y con varios toques en los señuelos de rozar los sábalos aparecieron algunos doraditos.

La sorpresa la día clavando con el power minnow un hermoso dorado del lomo que me dió una pelea digna de un dorado de dos cifras, la potencia que tienen estos animales, mas robados y con correntada a favor es impresionante.

  
  

Ya era tarde por lo que decidimos hacer la parada técnica para almorzar. Como venimos haciendo en las últimas salidas a San Nicolas, arrimamos la lancha a la costa y ahí mismo, sin bajarnos, prendemos en anade para que Victor se luzca con unos sandwiches de bondiola simplemente espectaculares. Estas paradas que quizas nos quitan un poquito de tiempo de pesca, nos reconfortan el alma para valorar realmente lo que es pescar, desenchufarse y disfrutar del aire libre.

Panza llena comenzamos nuevamente la búsqueda de los lingotes dorados. Volvimos a realizar la bajada dentro del arroyo en búsqueda de la boca de los ´sabalos como bautizamos a ese cruce de aguas. El resultado, aunque mas mañoso, fue el esperado y todos levantamos un pescadito, inclusive Sergio que venía invicto y pudo romper la racha..

  
  

Finalmente llegamos a la boca de los sábalos donde suponíamos que entre tanto sabalaje habría algunos dorados siguiendo el cardumen. Esta vez la cantidad de peces saliendo a superficie a lomear era realmente impresionante, con muchísimos borbollones y lomos por todos lados, nunca vi una cosa así en mis años de pescador..

Ante esto y viendo que los dorados no estaban a la vista, Victor decidió que quería robar un sábalo y se puso a practicar de tratar de clavarlos al contacto.Era tanta la cantidad y actividad que no tardó en lograrlo. Eso detonó la idea en el resto de nosotros y todos nos pusimos a realizar la caza del sábalo.

Era cuestión de lograr el timming justo entre el toque del cuerpo del sábalo en el señuelo y la clavada. Una vez logrado esto fue un tiro una clavada de sábalos de 3 a 4 kilos que pusieron los equipos a prueba. Inclusive tuvimos la suerte de poder sacar algunos de la boca, es decir, que atacaron el señuelo. De hecho yo logré una captura que sentí como mordisqueaba el señuelo cuando lo dejé de recojer y lo pude sacar del labio. Una tremenda pesca, no tradicional, rozando lo no deportivo, pero que a la luz de las peleas de estos bichos fue descomunal.

  
  
  

Remontamos el arroyo para volver a río mas abierto con la idea de pescar la boca del arroyo en el río donde el agua corría profunda e intensamente. Lamentablemente la parada estaba copada por otros pescadores que casí a deriva muerta se movían intensamente en la boca..

Decidimos ir aguas arriba en busca de unas correderas barrancosas bastante pronunciadas pero no tuvimos suerte. Vimos un par de lugares de intensa actividad de dorados en superficie pero no quisieron tomar ningun artificial, cosas de la pesca que le dicen.

Ya atardeciendo decidimos volver a la boca del arroyo a ver si se habían ido los otros pescadores. Bingo, si se habían ido y pudimos hacerle un par de pasadas. No fue demasiado intensa la cosa pero Sergio pudo clavar su mejor pieza y yo pude sacar alguna pieza mas.

De ahí subimos aguas hasta la costa donde tan bien habíamos pescado a la mañana e increíblemente tuvimos buenas respuestas. Sin ser lo del comienzo de la jornada hubo buenos ataques, corridas y algunos peces transformandose en pescados.

  
  

Nos quedaban minutos de luz y Juampi nos tiró un choice de difícil elección, hacer una nueva pasadita a la cancha rendidora o probar en una lagunita que podría tener buenos pescados pero que había que navegar 20 minutos con lo que llegaríamos justos con la luz. Nos jugamos por lo segundo y, lamentablemente, cuando llegamos probamos de todo sin tener suerte. No estaban en la laguna.

Largo regreso a puerto bajo una noche sin luna donde nos dimos cuenta que sólo alguien que conoce tan bien la zona, como Juampi, puede navegar entre esos canales tan estrechos sin luz. Llegamos a salvo con la sensación de haber tenido una jornada memorable de pesca con artificiales. Esperemos se vuelva a repetir pronto, quizas en la próxima y con el agua mas limpia en el Paraná, en los generosos paleríos de sus costas.

Gracias a mi amigo Victor por bancar todas las paradas que surgen para poder ir a pescar,gracias a ese nuevo compañero llamado Sergio que seguramente volveremos a tener muy en cuenta en próximas aventuras. Gracias a ese guía amigo llamado Juampi Codina, salir con él hace las cosas mucho mas fáciles y divertidas.Gracias a San Nicolas, un pesquero maravilloso que nunca para de darnos sorpresas y alegrías. Volveremos.

  

Notas Recomendadas

Por que devolver

Muchas veces se discute si el pescador deportivo es realmente el culpable o no de la depredación de nuestros peces. Muchas veces la conclusión es no. Esto no nos exime de ser responsables de cuidar el recurso que tanta vida nos da. Un pez devuelto es quizas la futura captura de tu hijo

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