Acariciando lo Aspero

Posteado el 21 Jul 2018 por Walter Marquez   |   ,   

La última vez que fuimos a Melincué, alla por Junio, la pesca había sido tan buena que inconcientemente dejé un mojón para tener que volver. Así fue que aquella vez me olvidé mi segunda caña de peje (mi amada tiny 4000 pro de tantas batallas) en la lancha de Rogelio. Ergo obliga tuvimos que armar una salidita de nuevo a ese mágico espejo para recuperarla.

La previa fue como siempre, llena de ansiedad y de análisis para probar cosas nuevas. Yo lo que implementé fue sacarle una boya a un par de líneas de las mas usadas y dejarlas de dos boyas y palito pescador. En salidas anteriores vimos que tres boyas y puntero se hacía mas incómoda la pesca y no tenía mejor rinde que la de dos. Inclusive esta última navegaba mejor al tener menos peso que desbalancee.

Asi pues partimos Néstor, Victor, Damian y quien escribe en un día particular. Viajamos el viernes a la noche, día del amigo, asi pudimos celebrarlo en Melincué con unas buenas birras y al otro día salir a pescar.

  

La mañana se presentó intensísima de frío, rozando los 0 grados para arrancar el día. Al llegar al embarcadero, esta vez con todo armado para tener que hacer menos logística en el lugar, nos recibió Rogelio con su buena onda de siempre.

Embarcamos y partimos bajo un frío intenso y un viento que de suave ya se ponía moderado fuerte y que sería la constante de todo el día. Febo desde el NNO nos castigó lindo en la navegación(importantísimo el traje de agua, mas allá de que no llueva). En un ratito llegamos a la costa para el lado del Hotel hundido, desde donde comenzaríamos los garetes hacia la costa de enfrente.

  

Arrancamos con boyas amarillas y punteros palitos para Néstor y Damian, tres boyas naranjas sin puntero para Victor y dos boyas naranjas con palito para mi. La gareteada estaba complicada con tanto viento pero de a poco pudimos acomodarnos. Al rato Victor tiene el primer pique y logra un hermoso pejerrey de unos 40 cm. No tardaría en obtener el segundo, siempre con la misma linea, y apostado en la proa de la lancha.

Al rato vino un tercero igual en medida a los anteriores y un cuarto que llegó a los 48 cm, tremendo pejerrey. Todo esto en la caña de Victor, lo que a mi personalmente me hizo comenzar a replantear estrategias, tanto de líneas, colores y profundidades.

  
  

Volvimos a subir contra el viento para realizar el mismo garete que habíamos realizado anteriormente. Ahi yo cambié linea por tres boyas chupetonas sin trampa, color negras y naranja. Los primeros piques los seguia teniendo Victor que subió un par de lindos pescados, pero al rato empecé a tener respuestas y logré mis primeras capturas..

Evidentemente el cambió surgió efecto y, de manera difícil y sutil, las corridas comenzaron a verse en mis lineas. Mientras los chicos del medio hacian cambios pero todavía no lograban encontrar la respuesta a tener actividad. La pesca del pejerrey es asi de apasionante, detallista, compleja. Cuando las condiciones nos son las ideales hay que tener muchas mañas para poder tentar a las flechas de plata.

  
  

Ya llegando la tarde seguimos con las mismas condiciones de viento, frío y pique muy difícil. Por suerte en este trayecto pudieron debutar tanto Damian como Néstor con sendos hermosos pejerreyes subidos..

La jornada terminó con una veintena de pejerreyes de porte espectacular subidos. Victor tuvo una jornada memorable sacando la mitad de la faena. Yo me fui contento, no por la cantidad, sino porque le puse cabeza y logré encontrar los detalles para tener algunos piques hermosos de pejerreyes. Seguramente en setiembre, cuando mejoren las condiciones de pesca, volveremos a hacer el cierre en esta laguna que ya la tomamos como nuestra.

Melincué es una laguna difícil, que no te regala nada, pero que tiene la media de pejerreyes mas grande que yo haya pescado en bastante tiempo. Me hace acordar a La Salada de Madariaga en su esplendor. Meincué te hace acariciar lo áspero, la pesca amerita mucho ingenio, paciencia y pericia, pero el premio es muy grande.

  
  

Notas Recomendadas

Por que devolver

Muchas veces se discute si el pescador deportivo es realmente el culpable o no de la depredación de nuestros peces. Muchas veces la conclusión es no. Esto no nos exime de ser responsables de cuidar el recurso que tanta vida nos da. Un pez devuelto es quizas la futura captura de tu hijo

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